Imaginemos una escena recurrente: llegas a casa después de un día agotador en la oficina y lo único que quieres es relajarte. Pero, los muebles enormes y pesados de tu sala te hacen sentir más apesadumbrado. Luego, vas a la habitación y solo hay una cama gris recargada en una pared blanca; nada que invite al descanso.
Si a lo anterior le sumamos un contexto extraordinario, una cuarentena a causa de una pandemia, todo se complica. Ese lugar que debería ser nuestro refugio, nuestro espacio de protección y nuestro confort, se convierte en una nueva fuente de estrés, afectando no solo nuestro ánimo, también nuestro bienestar físico.
Y es que el repliegue a nuestras casas, hace más evidente la pertinencia de hacer nuestro cada espacio, evidenciando un montón de requerimientos que antes parecían invisibles; pues si ni siquiera podemos obtener comodidad en los días normales de la vida, peor serán las condiciones durante las crisis sanitarias.
Entonces… ¿qué podemos hacer? Lo primero, asegurarnos que la compañía detrás del conjunto habitacional en el que vamos a vivir esté consciente de la importancia del diseño de los espacios y que nos permitan añadir el mobiliario que más se ajuste a nuestra personalidad y necesidades. Los departamentos nuevos en Puebla siempre son un lienzo en blanco para este aspecto, sin embargo, no significa que no tengan detalles para incentivar la elección de mobiliario, por lo tanto, deben ser tan vistosos como si ya estuvieran amueblados.
Esta cuarentena nos hace ver la importancia de tener un departamento en el que nos sintamos a gusto y que no solo sea el lugar donde vamos a dormir. Debe ser una experiencia de vida, un oasis de confort, y debe articularse desde el diseño arquitectónico hasta los muebles que “habitan” cada uno de esos espacios.